julio 04, 2011

Todo amor que exista en esta vida.

Quiero la suerte de un amor tranquilo con sabor a fruta mordida. Bebernos la vida en hamaca de red, matando la sed con la saliva. Ser tu pan, ser tu comida, todo amor que exista en esta vida y dos monedas como garantía. Y ser artista de la convivencia por el infierno y cielo de los días, por la poesía que nunca se vive, transformar el tedio en melodía. Ser tu pan, ser tu comida, todo amor que exista en esta vida y algún veneno anti-monotonía. Y si encontrara tu fuente escondida, te alcanzo en pleno la miel y la herida; y el cuerpo entero como un huracán: boca, nuca, mano y a tu mente: paz. Ser tu pan, ser tu comida, todo amor que exista en esta vida y algún remedio que me dé alegría.

Y qué puedo decir? Está todo explicado ahí, estoy intentando ser tu pan y tu comida, abastecerte entera y eternamente; y no puedo. No puedo porque me pierdo a mí misma en el intento. No puedo porque me destruye no quererme, no respetarme ni un poco.
Hoy no doy más, hasta acá llegué. Porque el desamor, la impaciencia y la intolerancia me quemaron, me desgarraron.
Qué hago así? Dónde quedó el propio amor? Dónde están mis propios límites que yo me establezco para preservarme? Es como si hubiera perdido el instinto de supervivencia, de autoconservación. No me dedico a mí, me dedico a vos; a ser todo el amor que exista en esta vida.
No se puede matar la sed con la saliva. Dos personas no se pueden amar tanto que no necesiten más que al otro. No existe, antes pensaba que sí; pero hoy digo que no.
NO EXISTE ESA CLASE DE AMOR AL QUE APOSTÉ.
No existe la reciprocidad, no existe el agradecimiento, no existe el dar y recibir, no existe la entrega incondicional (sin condiciones, lo cual significa en cualquier momento y en cualquier lugar), no existe la mitad justa.
Y qué pena! Qué mierda! Qué detestable este sentimiento de frustración que aflora cuando perdés un sistema de creencias que mantuviste toda tu vida, qué dolor darme cuenta de que somos todos igual de vacíos y tristes. Incapaces de repartir lo que uno verdaderamente tiene.

No hay comentarios:

Siéntate a ver el día.