Debería estar feliz, pero no puedo dejar de llorar y extrañar. 800 kilómetros y 10 horas de distancia espacial y horaria, pero aún así siento todo tan cercano y lejano al mismo tiempo: ayer a la mañana terminó mi viaje, no puedo dejar de recordar momentos vividos anteriormente, pero concluyó, llegó a su fin y faltan varios meses hasta poder ir (si es que voy).No son sólo sus integrantes, sino el lugar en sí. La montaña pone sus propias reglas, las respeto y me llenan. Pero quiero volver para aprender más sobre ellas y crecer, madurar. A pesar de haberlo hecho en este lapso de tiempo, quiero ser mejor y superarme, quiero poder compartir la pasión con verdaderos personajes que admiran esto como yo.
Ya estoy haciendo planes y poniendome objetivos. Voy a ahorrar, voy a entrenarme y voy a aprobar para volver, por lo menos, un fin de semana antes de las vacaciones de verano.
Y sólo me queda decir: "Volveré, espero conservar el lugar para poder ocuparlo en su debido tiempo. Volveré el cuádruple mejor en todos los sentidos y aspectos".
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