noviembre 02, 2009

Nuevo II

Recién hablé con mi hermano sobre lo que me pasa. Me sentí bien y acompañada.
Así que no soy la única, así que mi percepción es la suficiente como para sentir todo esto, así que mi ego no lo acepta. Wow, extraño.
Voy a intentar ponerlo en palabras para entenderme, vicio que quiero dejar -pero me voy a dar tiempo, esto recién comienza-.Todo el día de hoy estuve extraña, ayer no, pero hoy sí.
Desde que me desperté hasta ahora, tenía eso encima, atragantado en la faringe, presente en cada momento. No era molesto, sino... raro. Es la única palabra como para definirlo -realmente no se puede definir-. Al principio pensaba que me sentía mal. No, no, no pensaba que me sentía mal, simulaba que me sentía mal. Yo sabía lo que me pasaba, pero es mejor engañar a los pares antes que asustarlos o causarles rechazo (es la primera vez que experimento esto, quizás si estuviera más acostumbrada me mostraría distinta).

El tema es que quería distraerme hasta tener el momento perfecto para pensarlo y reflexionar. No tenía ningún amigo con el cual hablar, así que mi hermano se me acercó para ver que leía en la máquina (Tensegridad) y empezamos a hablar. Le expliqué (o más bien intenté) todo, y aunque no hallaba las palabras, él parecía entenderme. Me dijo que era normal, que me siento así porque el cuerpo intuye más que antes, que no sentirlo en su momento, no significa nada, que eso de que "no sé si soy lo suficientemente sensible como para percibir esto" es pura boludez de mi ego, que está enojado porque esta sensación es nueva.
En fin, me dijo todo lo que necesitaba oír sin mentirme, es genial. Quizás en algún lugar de mi mente la respuesta reposaba inmutable, me parece que necesitaba oírlo de otro "que sabe" como para tranquilizarme.

Tengo que estudiar muchísimo, y no me siento apurada, tengo toda la noche por delante; tiempo me sobra y creo que lo voy a aprovechar perfectamente. Seguramente alguna persona que lea esto pensará que soy un hipócrita, ya que tengo montones de ejercicios de química para hacer, pero sin embargo estoy en blogspot; y la verdad que antes yo también pensaba así... pero cuál es el propósito de sentarme a mirar los ejercicios sin poder hacer nada, distraerte con cualquier mosca que pasa o cualquier ruido? Así que, desde lo más profundo de mi ser, prefiero sacarme (o más bien, confiarle a algo) lo que me pasa, así tengo la mente un poquito más tranquila y puedo pensar en los moles de moléculas más apaciblemente.

...
Y sigo con lo mismo... pero es perfectamente raro... Antes me habría molestado en suma forma tener que estudiar tanto, tener que quedarme la noche en vela. Pero algo en mí cambió (como dije en la entrada anterior), por dentro, estoy mucho más calma.
Me agrada, me agrada.

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