Por ahora sólo tengo ganas de tirarme a tomar mate y escuchar música. Necesito dejar de pensar y anestesiar mi mente, tanto craneo me está haciendo mal. Es como si la realidad se desdibujara, como si no pudiera diferenciar entre lo que pasó y lo que quiero que pase. Me siento perdida, en mi cabeza, mis ideas. Desorientada ante la inmensidad aplastante de preguntas, dudas que no paran de azotar mi cuerpo.
Si pudiera expresarme con claridad, todo sería tanto más fácil. Debería dejar todo fluir, como la música. Pero no puedo, es condición necesaria de mi ser, es rutinario ya, hacerme la cabeza. Suponer situaciones, especular y pensar "qué haría si..."
Pero qué logro? Logro tener la mirada perdida y la imaginación en otro lado; logro no dejar nada librado al azar; logro no ser natural?
A veces me odio. Este es uno de esos momentos. Y a la vez me entiendo. Soy yo, y yo tengo que convivir conmigo misma.
Ambivalencia.
1 comentario:
hey, las enseñanzas de don juan! interesante
me gustó esta entrada, yo también convivo con eso.
saludos!
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